Saul Bass un diseñador gráfico con estilo propio
La década de 1950 en Estados Unidos fue un período de considerable vitalidad e innovación en las artes visuales. Tanto en galerías como en la vida cotidiana gracias a los trabajos de diseñadores gráficos. Entre los más notables, se encuentra el genio Saul Bass un diseñador gráfico con estilo propio, quien se hizo famoso con sus innovadores títulos de crédito para un gran número de películas de Hollywood.
Un poco sobre Saul Bass antes de ser famoso
Bass nació en 1920 en el distrito del Bronx de Nueva York, sus padres eran inmigrantes judíos de clase trabajadora, que alentaron su temprano interés y talento para las artes.
Al crecer en la depresión, tuvo que abandonar la escuela a los 16 años para trabajar en una agencia de publicidad, asistiendo a clases de arte por la noche.
Una de sus primeras tareas fue producir carteles para las películas de Warner Brothers.
El momento dorado de Saul Bass
En 1954, Saul Bass finalmente tuvo su gran oportunidad cuando el cineasta Otto Preminger le ofreció un trabajo para diseñar un póster para Carmen Jones.
Su trabajo dejó una notable impresión en Otto Preminger, quien aprovechó su experiencia una vez más para la secuencia de los títulos de crédito de su nueva película.
Con la oportunidad, se dio cuenta de que la secuencia del título no solo puede servir como simples créditos estáticos, sino que podía hacer mejorar la experiencia visual de la audiencia.
Bass se dio cuenta de este potencial, lo que lograría si se incorporaba con la secuencia correcta de audio y visual. De esta forma podría establecer el estado de ánimo respecto al tema al comienzo de una película.
Además, otro gran cineasta Alfred Hitchcock lo buscó para el diseño del título de sus películas. Bass hizo un trabajo novedoso, desarrollo títulos de crédito icónicos, influyentes y notables empleando una distinguida tipografía cinética para películas.
Por lo anterior, lo llevó aún más allá, ya que fue el primero en introducir esta técnica en películas de Hollywood (anteriormente empleaban títulos estáticos).
Con el tiempo, Saul Bass fue teniendo más relevancia como diseñador gráfico y podía reconocerse su trabajo prácticamente en todas partes: títulos de apertura, epílogos, publicidad, carteles, tráiler, las fundas de los discos que lo acompañaban, y al igual que con sus trabajos anteriores, capturó, resumió y expresó la esencia de las imágenes.
Su último trabajo
Durante un tiempo, Bass no hizó hecho títulos, pero un admirador, Martin Scorsese, lo llamó en 1990 para saber de la posibilidad de que pudiera trabajar en Goodfellas.
Fue un trabajo rápido y simple, seguido de otras tres tareas, cada una de las cuales ofreció a Bass una oportunidad más con Cape Fear, The Age of Innocence y Casino, permitiéndole salir de su carrera con un resplandor de gloria.
Lamentablemente muere el 25 de abril de 1996, pero nos deja sus increíbles trabajos como muestra de una mente brillante.
Logos hechos para la historia
Algunas de sus creaciones aún no han sido reemplazados, como los diseños absolutamente brillantes para Kosé Cosmetics (1959), Kibun (1964), Warner Communications (1972), Girl Scouts (1978, con una ligera modificación realizada en 2010) y Geffen Records (1980).
Con diseños tan sólidos, atentos y atemporales como estos, es posible que nunca tengan que sustituirlos.

¿Cómo veía Saul Bass sus diseños?
Bass consideraba el diseño de los títulos de crédito como un arte con unos propósitos únicos.
Sus creaciones se basaban en la filosofía de iluminar al público sobre el tema de la película e invocar sus emociones en consecuencia. Otra de sus filosofías enfatiza en hacer lo ordinario, extraordinario, familiarizando a la audiencia con “objetos conocidos de una manera desconocida”, haciendo a Saul Bass un diseñador gráfico con estilo propio.